
Gestionar una carrera musical en Latinoamérica es un desafío que combina talento, visión estratégica y una capacidad de adaptación constante. A diferencia de otros mercados más estructurados, aquí los artistas enfrentan un ecosistema donde la autogestión es muchas veces la norma. Desde la independencia hasta la firma con disqueras, la ruta es diversa y cada artista debe encontrar la suya.
El acceso a la tecnología y las redes sociales ha transformado la forma en que los artistas se promocionan y conectan con su audiencia. Sin embargo, esto no significa que el camino sea fácil. La competencia es feroz y la falta de infraestructura adecuada en muchos países latinoamericanos dificulta la profesionalización de la industria.
Un elemento clave en la gestión de artistas es el networking. Establecer relaciones con otros músicos, productores y promotores puede abrir puertas y facilitar oportunidades. Según Passman (2019) en «All You Need to Know About the Music Business», la industria de la música sigue siendo altamente dependiente de las conexiones personales y las redes de contacto.
Otro factor importante es la diversificación de ingresos. Con la caída de las ventas de discos físicos, los artistas deben buscar múltiples fuentes de ingreso, como el merchandising, la monetización en plataformas digitales y la realización de conciertos en vivo. En este artículo, exploraramos estos y otros aspectos clave de la gestión de artistas en Latinoamérica, desde la promoción y el networking hasta la monetización y la sostenibilidad de la carrera musical.